Vestirnos es un acto que realizamos a diario, es imposible
no lavar la ropa, parece increíble que esta sea una de las tareas más
frecuentes en la rutina de los seres humanos, algo que nos distingue sobre
otras especies pues estas no se ponen piezas de ropa y mucho menos las lavan.
Según recientes estudios se genera más impacto al medio ambiente por este
proceso que generar sus fibras, cortarla y confeccionarla; en todos los hogares
del mundo se generan diversos ciclos de limpieza y secado de los textiles de
manera general repercute de forma considerable la cantidad de energía que se
consume, sin contar los litros de agua empleados para tal fin.
Otra manera de contribuir con los daños medio ambientales es
conservando los textiles con que son confeccionadas las piezas de vestir,
alagar su vida útil no solo genera ahorro económico, sino también una
disminución de la producción de las materias primas que se emplean para su
elaboración
1 Conocer la composición de las fibras y tejidos es
fundamental para saber que tipo de trato debemos darle a la prenda. Todas traen
una etiqueta (o marquilla) con dichas especificaciones.
2 Igualmente por normativas internacionales, todas las
piezas de vestir deben traer una etiqueta con una serie de símbolos con las
especificaciones para la conservación y forma de lavado. Son muy sencillos de
entender e indispensables para evitar, decoloraciones, encogimientos y
deformación de la prenda. Aquí los más conocidos:
3 Separa por colores, esto es básico y las madres siempre lo
dicen, pero muchas veces lo olvidamos, esta es la mejor manera de conservar los
colores de los textiles así como también de prevenir manchas no deseadas en la
ropa.
4 Las perchas o ganchos de alambres para colgar no son la
mejor opción para mantener en buenas condiciones nuestra ropa, busca de madera
o acolchadas para prendas delicadas. Las fibras naturales como el algodón y la
seda si van a ser guardadas por largo tiempo es mejor doblarlas y meterlas en
gavetas.
5 Lo mejor es sacar la ropa inmediatamente de la secadora,
sacudirla, extenderla y doblarla, esto te evita otra tarea que muchos detestan
que es el planchado; además el consumo eléctrico de realizar esta actividad.
6 Mantén tu closet libre de insectos, colocando algún
repelente natural contra las polillas, enemigas número uno de la ropa. Puedes
usar clavos de olor o canela (detestan estos olores), no olvides cerrar siempre
sus puertas y manterlo seco.
7 Los textiles sintéticos no deben plancharse con vapor.
8 Se recomienda voltear la ropa antes de lavarla para
conservar por más tiempo sus colores.
9 Evita en lo posible usar agua caliente en el ciclo de
lavado, pueden cambiar la estructura de las fibras y a su vez consumes menos energía
10 Regla de oro; el
lavado en seco no se hace en casa, es mejor salvarse de un gran error y dañar
la pieza, muchas en sus etiquetas hacen la salvedad al respecto. Es mejor
llevarla a la tintorería.
11 La mejor forma de quitar una mancha de grasa es de
inmediato, si la dejas durante mucho tiempo esta es absorbida por las fibras
textiles haciendo muy difícil removerla posteriormente, lo más efectivo es
colocarle directamente talco de bebé o lavaplatos.
12 Plancha al reverso las prendas con estampados, parches,
serigrafías o calcomanías
13 No dejes los trajes de baño o ropa deportiva húmedos en
bolsos o bolsas plásticas, esto hace que el sudor, restos de productos
aplicados en la piel sean difíciles de
remover, pudiendo causar manchas que son muy difíciles de remover.
14 Disuelve bien el detergente, para evitar los machones
azules que este produce al quedar acumulado, que ocasionan tener que lavar
nuevamente la prenda. Recuerda que repetir la limpieza frecuentemente le resta
vida a la ropa.
15 Si cuidamos nuestra ropa puede durar muchísimo
Un sabio Budista dijo una vez “Nuestros actos se encadenan,
se siguen y nos siguen” con pequeños cambios en nuestras rutinas somos capases
de generar un impacto positivo al entono donde habitamos.
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